Cerro Porteño aburre en la Olla y deja escapar a Libertad

by Diario Cerrista

El equipo Azulgrana volvió a repetir contra Guaireña el mismo desgano en su momento versus Tacuary, la diferencia fue que los del Tacua se predispusieron a ganar; en cambio, los Gua’i a no jugar para lograr la victoria.

En esta ocasión, el supuesto cansancio de los jugadores por la seguidilla de partidos no se justifica, ya que el equipo de Troadio Duarte se encuentra compitiendo un torneo Internacional donde, al igual que Cerro Porteño, es puntero en su serie y también disputa sus encuentros coperos a la par del conjunto Azulgrana.

Nadie puede discutir lo avezado que es el estratega, Francisco Arce, pero necesitando ganar ante un equipo —que jamás atacó— comenzó y terminó el partido con tres centrales. El aporte de Carlos Rolón fue absolutamente nulo en función ofensiva por el lado derecho, definitivamente es zaguero central, por el otro costado, Daniel Rivas, cayó en un letargo profundo y su aparte casi no existió para apoyar al equipo en ofensiva ante un elenco Albiceleste que todo el encuentro cedió pelota y campo al dueño de casa.

El abanderado de cualquier intento de victoria fue Claudio Aquino, ayer no brilló como en otras ocasiones, pero siempre intento, no fue apoyado en ese menester por nadie de sus compañeros; escaso aporte de Enzo Giménez, Fernando Romero y Alfio Oviedo.

Otro hecho que viene sucediendo en los últimos partidos es el exiguo aporte de Rafael Carrascal, el colombiano pierde fácilmente las pelotas y su trabajo como generador de salida y marca escasea cada vez más.

Por otro lado, un suceso muy llamativo, que el hincha aún no logra entender, es el poco apego de los jugadores para reclamar las injusticias de los árbitros, en cada juego los rivales buscan golpear a los ejes del equipo (Claudio Aquino y Rafael Carrascal) y ante los reiterados hechos de violencia que sufren los dos mejores jugadores del equipo nadie protesta, todos agachan la cabeza y aceptan las frías determinaciones de los colegiados que en algunos casos ni falta cobran y menos amonestan a los infractores.

Es difícil objetar la decisión del técnico, porque es el que conoce su plantel y el primero que quiere ganar, pero ¿por qué son tan pasivos y no protestan en masa ante las reiteradas faltas que sufren los más habilidosos del plantel?