Ha terminado, de manera apurada, la temporada profesional del fútbol paraguayo, siendo Cerro Porteño y Sol de América los dos mayores fracasos del año.
El equipo azulgrana, que tuvo en el banco toda la temporada a Francisco Arce, participó en 4 torneos no ganando ninguno, toda su gloria se fue al baúl de los recuerdos este año con el técnico paraguariense que jamás pudo sostener un equipo regular, si no fuera por aquel magnifico 4-0 ante Libertad en el campeonato Apertura el enojado, y con razón, público cerrista no tendría en la memoria una gran presentación en el año del conjunto de la avenida Quinta.
Por otro lado, el equipo unicolor vuelve a la segunda división del fútbol paraguayo después de permanecer 16 años entre los grandes del balompié nacional, los últimos partidos del conjunto de Villa Elisa han sido para sentarse a llorar, los entendidos del futbol jamás lo tuvieron entre los probables descendidos al termino del Clausura a raíz de su muy buena cantidad de puntos acumulados en los últimas dos temporadas. Los danzarines solo lograron 46 puntos de 132 disputados en el año, empero, el peor de todos fue el 12 de Octubre, que apenas cosecho 29 unidades en igual cantidad de encuentros, motivo por el cual los itaugueños fueron los primeros en volver a la Intermedia.
Lo de Cerro Porteño es aún más incomprensible, eliminado de la imperceptible Copa Paraguay por un equipo de segunda división que ni siquiera acaricio la posibilidad de ascender a la primera división llamado Rubio Ñu, cuyo presupuesto económico anual quizás sea igual a lo percibido en el mismo tiempo por Marcelo Moreno Martins o Jean Fernandes mensualmente. Como una fina ironía de su macabro destino futbolístico en el 2022 le queda el consuelo de ser el elenco de mayor puntaje en el año (98 puntos), distinción que de nada sirve, y dos vicecampeonatos, pero ni siquiera llegó a la deseada fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2023.
El técnico es resistido por una muy grande mayoría de seguidores de la casaca azul y roja, muchos lo culpan de la eterna parsimonia de su equipo, otros de que no importa el error de los jugadores igual los protege de manera paternalista. Así también, hay bastante cuestionamiento al estado atlético de los jugadores en toda la temporada, razón por la cual se debe revisar el trabajo del preparador físico y su entorno.