El ciclón de barrio Obrero cedió dos puntos fundamentales en su camino al título del Torneo Apertura, el equipo de Facundo Sava empató 1-1 con el pobre equipo de Resistencia jugando ante su público en la Nueva Olla.
El conjunto de Miguel Zahzú se aprovechó de uno de los dos errores de escuela de fútbol del arquero Miguel Martínez; el ex General Díaz buscando despegar el balón con los puños luego del centro al punto penal dejó servida la pelota en el área chica, error bien efectivizado por el argentino Rodrigo Mazur quien marcó el tanto del empate en los minutos finales del lance, ya en la primera fracción, Martínez, se había salvado de batir en su propio arco tras un centro, por si acaso, del cuadro visitante. Así no funciona el fútbol, de ahí que existe una inmensa preocupación en el barrio luego de la lesión del arquero titular Jean Fernandes. Martínez es un excelente arquero; sin embargo, su gestión no debe tener sombras desde el inicio hasta el final del juego.
Hay jugadores que juegan sin alma en este equipo azulgrana, quizás sea todavía resabio o rémora de la época de Francisco Arce. En la primera etapa se vio un equipo cansino y volvió en largos pasajes del encuentro a los pases lateralizados, en esa fracción el árbitro del encuentro cobró un penal inexistente para la visita cuando Richard Salinas se lanzó a la pileta tras enfrentar a Martínez, el juez no dudó en sancionar una falta penal, como de costumbre nadie del equipo del barrio protestó incluyendo al arquero, el irresoluto Juan López a instancias del VAR se volvió atrás, el jugador de la celeste Richard Salinas debió haber sido amonestado por simular una falta y por ende expulsado, ya que estaba con tarjeta amarilla, fue un grave error del soplapitos, pero más grave es que los dirigidos por Sava no protestaron en ningún momento la no expulsión del jugador del cuadro visitante y la sanción de la pena máxima
El gol local fue obra de Fernando Fernández, que no tuvo otro aporte durante su permanencia en campo, la jugada para la apertura del marcador fue una genial obra de Antonio Galeano, la figura del encuentro. En la segunda parte, cuando ya el empate estaba firmado, el equipo local comenzó a arrinconar a Resistencia, la pregunta es: ¿por qué no lo hicieron cuando el marcador estaba a favor del local? Marcar el tanto tranquilizador y asegurar los tres puntos, pero con Cerro siempre pasa lo mismo, el equipo se despierta recién cuando reciben un gol en contra o cuando es empatado.
Por otro lado, mención especial para Juan Patiño, que está exuberante, se lo debe de cuidar al capitán; en cambio, alerta total para Miguel Martínez, que tiene la suerte de que su error ha sido contra Resistencia y no en la Copa Libertadores; Eduardo Brock no mostró mucho, tampoco desentonó, su gestión queda bajo la lupa y se lo juzgará definitivamente en el superclásico.