La derrota en casa ante el tradicional rival dolió al hincha azulgrana más de los que los jugadores y cuerpo técnico puedan entender, desde hace mucho tiempo que el Ciclón no llegaba a un superclásico como favorito absoluto, ninguno de los especialistas y aún los aficionados normales hubieran apostado todo por un triunfo del equipo de Julio Cesar Cáceres.
¿Quiénes son culpables de la dolorosa derrota?
Todos, exceptuando la permisividad del árbitro José Méndez, que permitió por turno los rivales golpeen hasta ablandarlo al colombiano Rafael Carrascal, pulmón de todo el equipo de Francisco Arce.
Pareció que el onceno dueño de casa entró atado o pecando de inmodestia, de lo contrario no se puede entender lo precario que fue su propuesta de fútbol, antes del primer gol de Alejandro Silva, había un halito de decepción en la impresionante y maravillosa hinchada del Ciclón que colmó como siempre la nueva Olla Monumental, cuando llegó la conquista visitante todos los presentes ataviados con los colores azul y rojo esperaron un vendaval de sus estrellas dentro del gramado, tal sueño de esperanza nunca llegó y murió definitivamente cuando González anotó la segunda conquista del rival.
Un equipo cuajado de multimillonarias contrataciones no puede ser tan pasivo como este de ayer, Cerro Porteño ya no puede cambiar el pasado, pero si puede mejorar y mucho el futuro.
Esta página partidaria reclama con mucho respeto a sus jugadores más protestas ante los continuos errores arbitrales, ayer cuando golpeaban a Rafael carrascal por turno los jugadores del Olimpia, aparte del afectado el único que intentó ayudarlo en tal menester fue Marcelo Moreno Martins.
El cerrista ha perdido varios clásicos y ha ganado tantos (tiene tres victorias más a favor), pero es difícil que la historia reciente diga de una derrota cuando tenía todo para ganar, al equipo capitaneado por Alberto Espínola le faltó garra y amor, no tuvo esa rebeldía clásica del jugador azulgrana, le falto repentización.
Con todo respeto y admiración, pedimos como aficionados a Francisco Arce y sus dirigidos, que el próximo encuentro entren a jugar con furia, ira, rabia y nervios.
Hasta ahora en este Apertura hemos ganado 5 partidos, pero perdimos el que más deseábamos ganar, con todo el dolor les decimos a “Chiqui” y compañía seguiremos con ustedes en las buenas y en las malas en el triunfo y en la derrota, pero por lo menos que la inigualable azulgrana no termine seca, como en muchos ayer, sino empapada de sudor al término de un encuentro, principalmente como el de ayer.
Ya no podemos remediar lo que pasó, la leche esta desparramada por el suelo y ya nunca subirá blanca, pero renovamos nuestro compromiso de ocupar un lugar en las gradas en el encuentro próximo ante Resistencia, por favor prometan que en los próximos juegos dejaran el alma en el granado donde les toque y no nos decepcionen por la actitud en campo, podemos ganar, perder o empatar, son tres reglas básicas de este maravilloso deporte, pero recalco, insisto, clamo, grito, que nunca nos falte actitud en los campos de juego. ¡Fuerza y arriba Ciclón de Barrio Obrero!