En la Dirección de Árbitros de la Asociación Paraguaya de Fútbol, aún con la salida del argentino Horacio Elizondo y la llegada del paraguayo Eber Aquino como director, nada ha cambiado, ya que en el duelo entre Cerro Porteño y Tacuary, por la fecha 11 del Apertura, hubo un grosero error arbitral por parte del soplapitos Juan López y todo el equipo del VAR cuando el juego estaba en sus últimos estertores.
El polifuncional jugador azulgrana Robert Piris Da Motta ganó de manera licita una pelota al jugador Valdeci Moreira, cedió de manera magnifica el balón al argentino Federico Carrizo que a su vez eludió a un rival y marcó un gol muy a su estilo, o sea, golazo; sin embargo, increíblemente el línea Roberto Cañete levantó el banderín avisando de una inexistente falta al desatinado juez que avaló el error de su asistente, aparentemente desde el propio VAR confirmaron que hubo falta del paranaense.
«En una acción de ataque del equipo rojo, un atacante comete infracción y el árbitro, conforme al protocolo VAR, retrasa la sanción de la misma para permitir que la acción finalice, en las imágenes se observa que el atacante, antes de llegar a balón, impacta con su pierna contra el pie de apoyo del defensor cometiendo infracción, el VAR analiza la jugada y confirma la correcta interpretación del árbitro», señala el sugestivo y cómplice informe audiovisual de la Comisión de Árbitros de la APF.
Lo lamentable, del grave error, es que desde la propia Dirección de Árbitros, con su director a la cabeza, confirmaron que el árbitro estuvo bien en su lamentable equivocación, con el aval que le dan a Juan López y todo su equipo se demuestra que todo sigue exactamente igual, se fue su director anterior, pero continua el conglomerado que permite todas las barrabasadas de los jueces deportivos.