La Comisión de Árbitros, de manera corporativa dirigida por el ineficaz Eber Aquino, apoyó el error del árbitro principal Juan López y del árbitro VAR Juan Gabriel Benítez que en conjunto permitieron una patada criminal del defensor Walter Clar en perjuicio del delantero azulgrana Alfio Oviedo «por acción del juego» en el encuentro entre Tacuary y Cerro Porteño que finalizó con un pírrico empate de 1-1.
En principio, cuando se produjo la violenta falta, el árbitro principal cobró la pena máxima, pero después, influenciado por el hombre VAR, se volvió contra su decisión y dejó pasar semejante infracción, quizás temiendo un «congelamiento» como lo que sufrió José Méndez y todo el equipo arbitral involucrado en el juego por la octava fecha entre Cerro Porteño y Libertad.
«Luego de una disputa dentro del área, el árbitro marca penal. El VAR analiza la jugada y encuentra evidencias de un potencial no penal, por lo que decide invitar al árbitro a una revisión. Analizadas las imágenes, el árbitro confirma de que el jugador defensor juega primeramente el balón y posteriormente se produce un contacto por acción de juego contra el oponente, por lo que decide cancelar su decisión inicial de penal, como así también la tarjeta de amonestación. Correcta decisión», señala el análisis de la Dirección de Árbitros.
El director de árbitros de la APF jamás salió a dar explicaciones de los grotescos errores que tienen sus dirigidos, lo de López y Benítez es una raya más en el tigre llamado Comisión de Árbitros.