Mientras el atacante paraguayo, Oscar Romero, se prepara con mucha intensidad para acelerar su estreno con la camiseta de Boca Juniors, los supersticiosos hinchas de la Ribera y hasta algunos miembros de la prensa deportiva se preguntan: el “Melli”, ¿sufrirá la desgracia de la camiseta once?
Grandes jugadores que lucieron la dorsal, siempre han sufrido una curiosa suerte de «maldición», al menos es lo que suponen varios hinchas que manifestaron mediante redes sociales su temor por la supuesta desgracia que sufre el futbolista que usa el dorsal en el Xeneize desde la década del 90; más de 30 años de temor.
Exjugadores del talento de Diego Latorre -hoy comentarista deportivo-, Marcelo “el Chelo” Delgado o Fabián Vargas, apenas por citar a tres de los grandes deportistas que portaron la once por extraño que parezca han tenido algún tipo de inicio o final «maldito».
En cambio, llamativamente, Carlos Tevez, en sus inicios en el club, lució la once en la espalda y fue quizás el que menos sufrió la «maldición» del número. «El Apache», en ese entonces, se consagró campeón de la Copa Libertadores de América con la casaca amarilla en el 2003. El ofensivo argentino fue la gran figura en la final contra el Santos de Brasil jugado en el estadio Morumbi de São Paulo.
Oscar Romero siempre utilizó la casaca diez en los clubes donde jugó, pero en Boca ese número ya tiene dueño, Eduardo Salvio, al menos por ahora, que sigue sin brillar en el equipo de Sebastián Bataglia y según especialistas del vecino país, corre el riesgo de perder el puesto.
Jugar en Boca Juniors con la «10» en la espalda es una gran responsabilidad y una gran honra, ese número lucieron estrellas del cielo boquense como Diego Armando Maradona o Juan Román Riquelme, actual vicepresidente de la entidad.