El criticado entrenador azulgrana, Diego Gavilán, llegaría con angustias al juego del próximo domingo en Dos Bocas frente al también necesitado equipo de Guaraní.
La gestión del actual estratega recibe cada vez más desaprobaciones de los hinchas a raíz de las pobres presentaciones del conjunto azulgrana. Otro empate o una derrota ante los aurinegros sería el adiós definitivo del estratega, cuya gestión comenzó con murmullos de desaprobación, luego fue subiendo de decibeles y ahora ya llega a fuertes cuestionamientos hacia él y sus dirigidos, ya que el equipo azulgrana hace cinco fechas no gana y su fútbol es paupérrimo.
En el último enfrentamiento en casa ante los albos tampoco el árbitro los perjudicó como venía siendo sistemático, simplemente el equipo jamás encontró su rumbo, y si no fuera por el penal malogrado del delantero rival, Gustavo Aguilar, otro sería a estas alturas la decisión de la directiva con respecto al entrenador.
El año del ciclón ha sido de una pobreza futbolística hiriente, el fracaso viene de la época de Francisco Arce, luego se extendió con Facundo Sava y ahora con Diego Gavilán el equipo sigue en la misma miseria futbolística, no hay que olvidar que la directiva apartó del club a Juan Patiño, Antonio Galeano, Claudio Aquino, Alberto Espínola y Daniel Rivas, este último fue el único que retornó al plantel, cada presentación del conjunto de Gavilán echa más sal a la lacerante herida del fiel y orgulloso seguidor del club.
Por ahora, ya no hay fusibles que saltar del tablero azulgrana a no ser que sea el técnico, eso lo sabe el plantel, los hinchas, Gavilán y también la comisión directiva, el DT el próximo domingo en Dos Bocas tiene dos chances: o se hunde con toda su embarcación en un mar de críticas y silbidos o sale triunfante de la toldería y así la embarcación azulgrana volverá a moverse sigilosamente en aguas pocas profundas y sin viento.