El ciclón empató con el puntero Libertad por la octava fecha del Torneo Clausura, el conjunto azulgrana dejó escapar una chance más para alcanzar la punta que continua en solitario en mano del equipo del siempre lamentador Daniel Garnero
En cuanto al equipo de Diego Gavilán que juega mal y por momentos se muestra timorato, inaceptable para un grande del fútbol paraguayo, su medio campo es muy endeble en la marca y no tiene la pelota de manera constante, pierden fácilmente como en el gol de Villalba, ante los punteros Rafael Carrascal y Damián Bobadilla, fueron sobrepasados de manera permanente, la diferencia entre uno y otro medio campo era de un bólido y un humilde fusca (para graficar la diferencia).
La solución para Gavilán sería adelantar al medio sector a Jorge Morel, el exaurinegro es el único que puede aportar fortaleza física y marca en ese débil sector medular del conjunto de barrio Obrero, en ese caso se recurriría a un juvenil ya de manera permanente como zaguero central o «perdonar» a Juan Patiño, así como se le levantó la pena a Daniel Rivas.
Es indudable que el estratega azulgrana comenzó su ciclo actual con un plantel desmembrado y tiene a disposición un plantel muy corto, es ahora donde tendrá que demostrar que tiene talento para ser DT del más popular del Paraguay, otra cosa, Diego Gavilán tendrá que ir hoy y todos los días a la practica con un despertador en mano, para tocar su sinfonía molestosa al oído de varios jugadores que parece que ingresan somnolientos al campo de juego, de otra manera no se puede concebir la andanada de errores para el gol del rival el sábado pasado.
Hasta ahora no se vio la mano del técnico en el andamiaje de su equipo, pero el sábado tuvo un gesto que ilusionó al cerrista, cambio a tres en el entretiempo, entre ellos al promocionado Cecilio Domínguez, este está jugando con los reflectores apagados, bien por el gesto del adiestrador.